Por la presente, me dirijo a ustedes para presentar una queja /reclamación en relación a la asignatura de Técnicas de intervención en Psicología Clínica, a cargo del docente D. Francisco Javier Molina Cobos. Ya que el examen se realizó el 1 de septiembre de 2014, a las 15:00h, teniendo la obligación el responsable de la docencia de notificar la calificación obtenida en dicho examen en 5 días naturales a la realización del mismo, según viene recogido en el Articulo 15. Comunicación de las calificaciones. Punto 3. En lo referido a los exámenes finales correspondientes a las convocatorias de diciembre, tales resultados deberán conocerse como máximo dentro de los diez días naturales siguientes a la fecha del examen aprobado para cada una de estas convocatorias. En el caso de exámenes finales correspondientes a la convocatoria de septiembre, las calificaciones provisionales habrán de publicarse dentro de los cinco días hábiles siguientes a la fecha del único o último llamamiento. Asimismo, deberán ser publicadas antes de abrirse el período de matriculación del siguiente curso académico.
En este caso las notas fueron publicadas el día 12 del presente mes, con un retraso de 7 días. Con el subsiguiente perjuicio para efectuar otras diligencias burocráticas sometidas también a plazo. A lo que hay que añadir la incertidumbre vivida por el alumnado al estar sometidos a la espera y comprobación continuada de que aparezcan. En este particular, y según ha llegado a comentar públicamente en alguna ocasión y con actitud desconsiderada, ¨que agotará el plazo para la presentación de las notas¨
A lo anteriormente expuesto, hay que añadirle el descontento con que los alumnos nos encontramos, puesto que el criterio de evaluación y trato de dicho profesor, no es el adecuado. En relación a la evaluación, es una opinión compartida por lo alumnos (y desde hace años) que realmente esta persona este evaluando el aprendizaje real del contenido anunciado en su programa. En su lugar, lo que percibimos los alumnos es que se usan “giros retóricos” que finalmente producen un efecto percibido de “trampa” que induce a errores por parte del alumnado a la hora de cumplimentar los exámenes. Una forma habitual es cambiar una palabra la cual es utilizada indistintamente de forma general en las preguntas de V/F. Otro defecto que considero que se produce es a la hora de redactar las preguntas. En concreto, en relación a las preguntas cortas, encontramos preguntas que se pueden contestar con mucha amplitud y cuando después, el criterio seguido estrictamente para su corrección esta descontextualizado con respecto a la pregunta original y no coherente con el razonamiento derivado de la pregunta. El ejemplo sería que pudiendo contestar de diferentes formas, es como, “si se tuviera que contestar de la manera concreta que el profesor piensa en ese momento, sin atender a la lógica de lo que se deriva realmente del mismo contenido académico que nos ha suministrado dicho profesor.” A este respecto, quería dejar constancia que en conversación personal privada mantenida con este profesor, ha asentido afirmativamente a esta reflexión.
Otra cuestión de vital importancia según nuestro juicio, es la sensación que encontramos en muchos de los alumnos, que se sienten con miedo a hablar con dicho profesor, muchos de ellos no acudiendo a tutorías por evitar el trato vejatorio y de burla. Su trato y actitud es percibida generalizadamente como prepotente y sin atender genuinamente a la resolución de dudas de los alumnos. Encontrando confusión en la resolución de las dudas, transmitiendo este, que la única asignatura que se evalúa de manera adecuada es la suya, desvalorando así a muchos de los docentes de prestigiosa reputación y los cuales si que favorecen grandemente el aprendizaje de los alumnos.
La pregunta que tenemos que plantearnos en la comunidad educativa, tanto alumnos como docentes es: ¿Qué está ocurriendo en esta asignatura?, ¿Por qué tenemos que encontrar alumnos que agotan sus convocatorias?. Y esto no ocurre en otras asignatura o porque sí, entendiendo que aun siendo una asignatura complicada, también ha de tenerse en cuenta que algo se está haciendo incorrectamente.
Por último, quería indicar también al respecto, que la asignatura impartida por D. Francisco Javier Molina Cobos en referencia a la aplicación práctica de “técnicas de intervención Psicológicas” en el ámbito clínico, no está en consonancia real con la práctica clínica habitual.
Por lo anteriormente expuesto, solicito que se tenga en cuenta y se proceda a una auditoría externa, para que esto no siga ocurriendo. Es un sentir común la indignación e impotencia sufrida con esta asignatura, si bien, por el miedo a las represalias, muchas de las personas con esta opinión no comentan lo que les esta ocurriendo.
Finalmente invitar a la reflexión, sobre los posibles efectos que puedan traer consigo lo indicado anteriormente al dañar la imagen pública que ofrecen los estudios de Psicología realizados en la Universidad de Almería. Y sobre este particular, deseamos, igual yo que otros compañeros, que el asunto sea resuelto de un modo satisfactorio a nivel interno de la propia universidad.