Los estudiantes de distintas escuelas de nivel secundario de la Provincia coincidimos en que las evaluaciones integradoras que se toman al fin de cada ciclo lectivo constituyen un marco desfavorable para la mayor parte de los mismos. En primer lugar, al promediarse la calificación de estas pruebas con las del trimestre en su esencia, muchos alumnos pierden la materia, como consecuencia de haber obtenido una mal resultado, aún habiendo aprobado el transcurso de los tres meses evaluados. Por otra parte, creemos que estas evaluaciones son equivalentes a haberse llevado la materia a Diciembre, ya que los temas evaluados en la misma son prácticamente los mismos que en la mesa de examen, lo cual consideramos un punto sumamente injusto. Otro aspecto no menos importante lo encontramos en la falta de tiempo: las fechas de las integradoras son anunciadas apenas dos semanas antes del día establecido, por lo cual disponemos de un tiempo totalmente insuficiente para prepararnos (considerando el hecho de que, además, debemos estudiar para el resto de las asignaturas encontrándonos en el período final del año). Por otra parte, la mayor parte de los profesores acreditan nuestra petición, pues también para ellos constituye algo erróneo preparar un examen que resuma todo un año escolar, habiendo otros métodos que resulten más pedagógicos y eficaces que obligarnos a estudiar para un examen cuyos temas olvidamos inmediatamente después del día indicado.