Recientemente me he visto envuelto en un problema legal en el que he descubierto que los ciudadanos nos encontramos completamente desprotegidos ante personas incivicas, personas con tan poca capacidad de razonamiento que son capaces de comparar a un animal con un niño pequeño, "pues a mi me molestan los niños que lloran" con esto ya lo hemos dicho casi todo, ¿verdad? y se trata de los ladridos incesantes de perro bajo nuestros balcones, impidiendo leer un libro, concentrarse en unos estudios o dormir tras una jornada laboral. Tras ser informado por el servicio de Policía Municipal de Madrid, de que no es posible sancionar a estas personas puesto que las molestias no proceden de un domicilio, me he planteado reunir firmas para solucionar este tema de raíz y que la justicia se posicione de parte del agredido sin exponerle a dificultades, que la denuncia de varios ciudadanos con pruebas de video y sonido sean suficiente para multar a esa persona que nos agrede cada día. La gente normal huye del ruido y lo mas valorado a la hora de elegir una zona residencial siempre es la tranquilidad, no permitamos que las personas incivicas nos impidan tener mejor calidad de vida.