Miguel se encuentra en estos momentos en prisión preventiva en Plaza de Castilla, después de una dura campaña mediática que ha creado una imagen de él en la que no le reconocemos. Quienes convivimos, conocemos y queremos a Miguel confiamos en su inocencia. Miguel, de 20 años de edad, lleva años viviendo en este barrio, con una vida normal, con amigos y familia que le quieren y que están sufriendo por su encarcelamiento, que creemos injusto. Entendemos, además, que su acreditado arraigo en su entorno, la existencia de un domicilio fijo y la existencia de una comunidad de inserción constatable no justifican una dura medida de privación de libertad, que podría ser substituida por una medida cautelar menos lesiva. Queremos a nuestro amigo, hermano, hijo y vecino de vuelta a casa