Las luces LED son un gran riesgo para todos, pudiendo provocar serios problemas en la visibilidad y seguridad vial.
Personalmente tengo un desorden vestibular muchas veces asociado con la sensibilidad a la luz, y cada vez que miro una luz LED me provoca un fuerte mareo del que me es difícil recuperarme, impidiéndome seguir manejando o realizando cualquier actividad con normalidad.
Las personas con epilepsia fotosensitiva desarrollan ataques de epilepsia tras ser expuestos a ciertos estímulos visuales, y las luces intermitentes, la alternancia o cambio de imágenes, podrían provocarlo.
Un alto porcentaje de la población sufre de una gran sensibilidad a los estímulos visuales, pudiendo ésto atentar contra la seguridad de todos, provocando desde ceguera momentánea, mareos, ataques de pánico, etc.