Sobre la responsabilidad material de Erwin Sperisen en la ejecución del reo Tiniguar, el Tribunal estimó como creíble el testimonio del ciudadano francés, Phillipe Biret, quien durante la operación se encontraba en Pavón cumpliendo una condena; el Tribunal indicó que las declaraciones de Biret fueron compatibles con los testimonios de otros testigos, entre ellos agentes de la Policía Nacional Civil que estuvieron presentes durante el operativo, como funcionarios del Sistema Penitenciario; el asesinato de Tiniguar lo atribuyen los jueces a una rencilla personal entre éste y el ex jefe de la Policía.
El Tribunal señaló que sobre los hechos de Pavón decidía con “entera convicción por las evidencias materiales, fotos, vídeos y reportes, y sobre testimonios preponderantes... no hay duda”, dijo la Presidenta del Tribunal, Isabelle Cuendet, dirigiéndose a una sala de audiencias que escuchaba las conclusiones de los jueces con atención, en un ambiente en extremo tenso.
Según los testimonios, incluyendo el de Javier Figueroa, el Tribunal constató que a la llegada de Erwin Sperisen a la jefatura de la PNC, ya existían estructuras criminales dirigidas por el entonces jefe de investigaciones criminales, Víctor Soto, y el asesor del Ministerio de Gobernación, Víctor Rivera; Sperisen construyó un nuevo grupo, conformado por Javier Figueroa, entonces sub director de la PNC, y los hermanos Benítez, asesores que fueron contratados directamente por el director Sperisen, al que nombraron “los elefantes demoledores”.