El pasado 4 de Septiembre fui a visitar el museo Cosmo Caixa de Barcelona.
Al llegar al final de la ruta establecida me horrorizó ver como exhibían en vitrinas enanas, en las que apenas podían moverse, ejemplares de animales vivos.
Una de estas vitrinas, un acuario, te daba la opción de cambiar el curso de las corrientes de agua pulsando un botón, obligando a los pobres peces que allí habitaban a dar tumbos de un lado para otro.
En un pequeño conducto lleno de agua, un grupo de plancton desconcertado subía y bajaba siguiendo una luz que podías activar a voluntad.
En el "bosque inundado", yacían bajo techo, casi inmóviles en un pequeño acuario, cantidad de preciosos peces y plantas. Había un caimán y un siluro aislados de otros animales y con luz artificial. Cerca de la salida un pequeño pato saltó delante mío y comenzó a graznar desubicado.
Hay cantidad de animales encerrados en este museo y en unas condiciones de vida pésimas, sometidos a maltratos.
También existe una actividad en estas instalaciones que consiste en tocar ejemplares de animales vivos. Suele estar destinada a niños. Imagino el estrés que esta actividad les puede ocasionar a estos animales.
Pido se libere a estos animales en los hábitats naturales que les correspondan para que puedan continuar sus vidas de una manera digna.
Y que dejen de hacer exposiciones de estas características con seres vivos.
Eva Montero Sánchez