Como la mayoría sabemos, las campañas electorales son un enorme gasto económico, sufragado en parte por el dinero de los contribuyentes. De los 130 millones de euros gastados en la anterior campaña política de Diciembre de 2015 que nos ha dejado 6 meses sin gobierno, 30 procedieron del gasto público. Y más de 6 millones de euros fue la cifra que nuestros principales partidos políticos invirtieron en hacernos llegar a nuestros domicilios esas papeletas de las que podemos disponer al momento de ir a votar y que la mayoría de nosotros tiramos inmediatamente a la basura, ya que nos hace falta un sobre pero recibimos cuatro o cinco de partidos que nada tienen que ver con nuestros intereses.
Por tanto, me gustaría firmar para dejar de recibir papel en casa, lo cual es un despilfarro de recursos naturales y económicos, y que si no les quiero votar, nada cambiara por el hecho de que me manden propaganda a casa. Y tampoco la quiero del partido al que ya he decidido votar, ya que en el momento de ir a las urnas, puedo hacer uso de la misma.
¡No más propaganda, no más papeletas electorales a nuestros domicilios!